La presencia del lince
ibérico en territorios no convencionales y fuera de la distribución de las dos
poblaciones reconocidas oficialmente, Doñana y Andújar-Cardeña,
siempre ha creado cierto escepticismo y contrariedad. Pensamos que este escepticismo
puede ser razonable desde el punto de vista de un público general, dado a la
escasa información que llega a los oídos de este público por diferentes motivos. Pero
cuando los hechos se convierten en realidad, y nos damos cuenta que existen
datos e información que corrobora que el lince tiene una distribución
más amplia de la que oficialmente se reconoce, y que inexplicablemente, aparte
de escepticismo existe un negacionismo por parte de administraciones y diferentes
organismos llegando a desestimar esta información, este hecho ya no resulta tan
lógico y razonable.
A continuación damos
respuesta a una serie de cuestiones y planteamientos que suelen surgir desde ese público general,
al que no llega la información real sobre el estado del lince ibérico en la
península, y que no son más que el producto de un escaso conocimiento de
información, que por una sucesión de motivos no llega a trascender y ser pública.
- ¿Es posible que exista presencia incluso otras poblaciones de
lince ibérico en zonas de la península, desconocidas y sin ser estas
reconocidas?
La recopilación de
información y observaciones acumuladas con periodicidad durante años, nos
delatan la presencia del lince ibérico en zonas de la península que han pasado
desapercibidas o no han sido consideradas. En algunas de estas existen
observaciones continuadas que confirman la presencia de la especie sin saber a
ciencia cierta si existe reproducción, y en otras existen datos que confirman
la reproducción y cría, por lo que podemos hablar efectivamente de población,
indiferentemente de que tengan una alta o baja densidad.
Se encuentran en el
territorio nacional áreas bastante aisladas y de poca accesibilidad, en muchas
ocasiones extensas fincas privadas, en lugares recónditos y poco frecuentados.
Estas zonas nunca han sido objeto de un estudio lo suficientemente profundo y
continuado como para corroborar con fidelidad la presencia de la especie, o
para descartar la existencia de una población. Nuestra teoría se fundamenta en
que cuando la especie llegó a su estado más crítico, debido a la persecución
constante que sufrió, a la fragmentación y drástica destrucción de su hábitat,
y posterior declive de las poblaciones de conejo, existían y existen hasta el momento, zonas donde por suerte o por un cúmulo
de circunstancias no llegaron a sufrir estos peligros y amenazas, o no todas
juntas. Es posible que linces se hubiesen refugiado en estos territorios donde
se encontraban, y encuentran, relativamente a salvo de las amenazas que le
llevaron a su alarmante estado. Cuando hablamos de estas áreas nos referimos a
territorios bastante aislados y lo suficientemente extensos, con un limitado trazado
de vías de comunicación y baja presión del hombre, donde los animales encuentran
la tranquilidad que requieren y los refugios necesarios y condiciones
incluso para poder criar. Podría haberse dado el caso también de que los
animales se hubiesen desplazado a otros territorios y cuando las condiciones han
vuelto a ser aceptables para la reproducción, como por ejemplo el aumento de
las poblaciones de conejos en algunos enclaves, volviesen a instalarse. Pero la
teoría más posible y que creemos se ha dado, basándonos en datos en más de uno
de estos enclaves, es que se hubiesen mantenido en una densidad de población
muy baja, casi indetectable y manifiesta pero sin llegar a desaparecer, en el
momento en que las condiciones han sido óptimas, la población ha aumentado. Si
esto fuese así, coincide perfectamente con el hecho de que la presencia de
estos animales no hubiese sido detectada en algunos estudios, por ello pensamos
que estas zonas nunca deben ser desestimadas y exentas de vigilancia, y
con mayor peso si se han estado produciendo avistamientos con cierta
continuidad y se ha hecho llegar información sobre la presencia de la especie.
Aún así la información
recopilada nos manifiesta que efectivamente los animales no han vivido
plenamente desapercibidos y sin ser vistos. Eso nos lo revela la información de
que disponemos, que incluye una larga lista de testimonios, de guardas,
cazadores, lugareños…, indicios, información de animales tiroteados en
monterías, caídos en lazos, atropellados, y la más concluyente, observaciones directas
por parte de miembros de este grupo.
Uno más de los
condicionantes de que la presencia del lince en estas zonas no haya salido a la
luz, es que en los enclaves donde se encuentran, los lugareños de las
poblaciones inmersas o adyacentes no han recibido ningún tipo de medida de
concienciación y sensibilización sobre la especie. Muchos no saben si quiera
que es un lince, o si lo ven no le dan la importancia que tienen y lo
consideran un animal más de nuestro monte. También hemos comprobado que en localidades,
el lince sigue siendo un tema tabú, y aun habiendo datos sobre la especie se
niegan a darla o hablar de ella. ¿Por qué persiste este tema tabú todavía en
localidades inmersas en nuestras sierras? La respuesta que podemos dar a esta
consideración entre lugareños, es que el lince ha sido objeto de exterminio por
cazadores y furtivos, el porcentaje que representa este sector en estas
poblaciones o que son familiares de estos es bastante elevado, por lo que
hablar o comentar algún dato sobre la especie no es recomendable para ellos,
pues más de alguno se ha visto involucrado en la desaparición de algún lince o
conoce algún hecho. Otra razón por la que no interesa a personas que viven en
el medio rural que se sepa de su existencia es su temor, pues aún la consideran
alimaña y un predador más, tanto de gallineros y ganado como de piezas cinegéticas
en cotos de caza, este hecho conduce a ocultar esta información de gran valor.
Nuestra principal labor en estos momentos, es concienciar a sectores en las localidades inmersas en estas áreas donde existe la presencia del lince ibérico, siendo este no considerado y aún objeto de exterminio.
- ¿Cuáles son estas áreas donde se tiene constatada su presencia?
Hay dos grandes áreas en
el territorio peninsular críticas en la distribución de esta especie. Una es el
sistema central y su periferia, donde tendrían gran peso Valle del Tiétar, Cáceres, Salamanca y parte de Madrid. Y otra en Andalucía que no solo
comprendería las poblaciones de sierra Morena y Doñana, existe otro extenso
territorio que incluye las provincias de Cádiz, Málaga y posiblemente Granada,
donde en algún punto se tiene confirmada la reproducción. Es muy posible que
tanto en el sistema central como en Andalucía, estas zonas no estén tan desconectadas
ni tan aisladas como se tiende a pensar, y se podría estar dando en estos
momentos conexión entre algunos de los puntos indicados.
En próximas entradas
intentaremos representar en un mapa la distribución real basándonos en nuestros
datos. Por ahora preferimos no especificar más sobre las zonas pues muchas de
ellas son bastante críticas y susceptibles de que esta información se vuelva
contra la especie, ya que no existe ningún tipo de sensibilización como ya se
ha comentado. Concretar demasiado puede resultar en estos momentos un grave
riesgo.
- ¿Por qué no existen datos de la especie en estos
territorios de forma pública?
Existen varios motivos por
los que avistamientos y datos sobre la especie en estos enclaves no llegan a
los oídos del público en general. Una de las razones es que la complejidad del
terreno y la inaccesibilidad, junto a una hipotética baja densidad de
individuos, hacen que los avistamientos de linces en estas zonas sean
reducidos. Alguna de estas áreas son terrenos abruptos y con una densa
cobertura vegetal, que aparte de ser un espléndido cobijo, impide sus observaciones.
Cuando se han producido observaciones han sido en extensas finca de titularidad
privada y normalmente por cazadores, guardas y lugareños.
En estas extensísimas
áreas también existe un escaso trazado de carreteras, y si las hay se tratan de
carreteras comarcales, la presión humana es baja ya que son terrenos de propiedad
privada y poco accesibles.
Otra de las razones de
porque estos datos no llegan al público es porque al ser zonas poco
frecuentadas por turismo, senderistas y paseantes, y zonas de poco tránsito,
estas observaciones se suelen dar entre lugareños, lo cuales como ya se ha
comentado en la pregunta primera no tienen conciencia de la importancia de la
especie considerándola un animal más del monte. En otras ocasiones son
cazadores y guardas de cotos quienes tienen estas observaciones (suele ser en
mayoría), a los cuales no interesa que se sepa esta presencia de la especie y
la información es ocultada.
Para llegar a esta
información hace falta conocer a personas que se encuentren inmersos en estas
zonas, involucrados y relacionándose con lugareños, guardas y cazadores…, a los
cuales a veces les llega esta información. Resulta una muy difícil tarea, y un
trabajo que no puede realizar cualquiera y que puede llevar años, ya que
acceder a esta delicada información requiere de tiempo y conocimiento.
Rodeándonos de personas
capaces de ello hemos obtenido datos, que sorprendentemente han pasado
desapercibidos para administraciones o miembros de los proyectos relacionados
con el lince ibérico, que difícil pero no imposible de conseguir. Quizás no se
ha recabado lo suficiente por parte de estos organismos y estos estudios
dentro de los proyectos, o quizás no se ha querido indagar demasiado... Puede
que cuando se han hecho llegar datos referentes a la observación de la especie
no se le ha prestado la atención suficiente, llegando incluso hacer creer por
parte de administraciones y organismos al informante la imposibilidad de ello. Incluso
en algún caso dejando esos datos sencillamente en el olvido, sin ser
incorporados al minucioso estudio que requiere. Como ya dijimos el lince
ibérico es una especie que se ha
convertido en política y rodeada de intereses.
- Donde hay linces es fácil encontrar indicios, ¿se han obtenido
indicios de la especie?
Pensamos que la idea de que
los indicios de lince son fácilmente detectables allá donde los haya, como igualmente
se sostienen a veces con demasiado convencimiento, muchos conceptos sobre el
comportamiento de carnívoros, puede o no puede cumplirse por norma. Existen
demasiados factores que pueden influir en el comportamiento de un carnívoro,
siendo estos tan impredecibles y en la mayoría de los casos tan desconocidos,
incluso para estudiosos del tema. Cuando
hablamos del lince ibérico estamos hablando de un felino único en el mundo que
tan solo ha sido estudiado con profundidad en dos poblaciones. Existe todavía
mucho por saber, y mucho por discernir sobre su comportamiento, aunque se crea
a veces que todo está de sobra estudiado e investigado.
Volviendo a la visibilidad
de los indicios de la especie objeto. Pensamos que existen condicionantes respecto a este comportamiento y que posiblemente puede ser alterado en ciertos casos y por diferentes factores, como por ejemplo la presión y persecución del hombre continuada. De tal forma que este marcaje y estos indicios de presencia la especie no los realice tan visibles y ni tan evidentes.
A ello hay que sumar que
se trata de un terreno realmente complejo, como ya hemos comentado, abrupto,
pedregoso, con densa cobertura de vegetal e inaccesible que imposibilita la
detección de estos indicios. También a ello debemos sumar las grandísimas
extensiones que estamos tratando, tenemos entonces como resultado que la
detección de los indicios se complica en gran medida. También hay que comentar
que en la actualidad estas zonas no son inspeccionadas por nadie, en este reciente
grupo somos pocas personas en estos momentos para abarcar este concienzudo
trabajo que requiere de mucho tiempo, y de mucha dedicación y sobre todo,
muchísimo conocimiento del terreno.
Aún siendo así, se han
detectado indicios como huellas y excrementos que nos delatan, a parte de la
información recopilada y obtenida, y observaciones directas por personas
miembros de este grupo, la confirmación de presencia de la especie, y como ya
se ha comentado en algunas zonas con datos evidentes que constatan su
reproducción y cría.
- Donde hay linces, siempre alguno pude aparecer atropellado, ¿han
aparecido linces atropellados en estas áreas?
Estas zonas son territorios muy muy extensos donde los trazados de carreteras
son escasos, de haberlas se tratan de carreteras comarcales y locales y en
muchas ocasiones carreteras con curvas y donde no se alcanzan altas
velocidades, lo cual ha favorecido los pocos atropellos a la especie.
Pero también nos ha llegado información de atropellos, estos han sido por
personas de las localidades, los cuales han hecho desaparecer al animal por
temor y por el mismo "tema tabú" del que hablábamos, que aún
persiste en estas las localidades inmersas de la sierra.
- ¿Podrían deberse estas
observaciones a linces dispersantes de las poblaciones de Doñana o Andújar?
Rotundamente no. Existen
demasiados, demasiados datos, continuados, diferentes zonas, las mismas fechas…,
individuos jóvenes, observaciones de cachorros, que demuestran que estos
animales no son sujetos dispersantes. Esto no quiere decir que efectivos de las
poblaciones de Doñana y Adújar no se dispersen, incluso pensamos que pude haber
cierta conectividad, pero no son tantos los linces que se puedan dispersar y
que coincidan con tanta información, si esto fuese así los dos grandes núcleos
reproductores ya se hubiesen quedado sin linces… Existe demasiada información
que descarta plenamente que se traten de animales dispersantes.
Por desgracia esta es la
idea a la que se aferran o quieren hacer extender o hacer creer desde administraciones
cuando se les ha llegado a aportar algún dato. Esta idea, y la imposibilidad de
que existan otros individuos fuera de las poblaciones de Doñana y Andújar. Nos
parece una muestra más de la irresponsabilidad, falta de compromiso y obligación
por parte de las administraciones, o desde proyectos concedidos para salvar al
lince ibérico de su extinción, siendo este su principal objetivo.
Y
a continuación dejamos abierta una serie de cuestiones:
- Si todo esto es cierto, ¿por qué no se reconoce desde administraciones y proyectos concedido para sacar a la especie de su extinción, la presencia del lince ibérico fuera de las zonas no convencionales siendo este un hecho tan sustancial?
- ¿Puede suponer un gran despliegue económico y administrativo el mantener protegida a esta especie en territorios no convencionales?, si es así, ¿ cuentan las administraciones implicadas con estos medios para llevarlos a cabo?
- ¿Supondría un reparto de bienes procedentes de Europa entre distintas administraciones?, si es así, ¿estarían estas dispuestas a compartir este reparto de bienes entre ellas?
Todas estas preguntas quedan abiertas a posibles respuestas y como certezas al respecto no existen, cada uno puede sugerir sus propios planteamientos y/o conocimientos al respecto para poner algo de luz ante tanta pregunta.
"Lince ibérico (Lynx
pardinus )
se encuentra desde 1990 incluido en la categoría “En Peligro
de Extinción” del Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (Real Decreto
439/1990, de 30 de marzo)."